1. El festejo en octavos de final frente a la Roma
Así trazo Zidane su recorrido. La Novena como jugador, la
Décima como segundo entrenador y la Undécima como primer entrenador. El
marsellés agarró al equipo ya clasificado a los octavos de final y dijo que su
"objetivo era ganar la Champions". El
encuentro con la Roma suponía quebrar una racha de 29 años sin poder eliminar a
equipos italianos en partidos dobles. El
17 de febrero, con dos goles anotados en Italia, Zz dijo "Nada está cerrado en el fútbol.
Estamos contentos con el resultado porque no es fácil ganar aquí 0-2. Hay
que jugar la vuelta. Hoy vamos a dormir contentos". Más contentos que en
la cancha. En el minuto 57 cayó un gol aronaldado, de esos que no se habían
visto en mucho tiempo. El Bicho corrió con los brazos abiertos hasta el
banquillo para encontrar a Zidane. Al festejo se sumaron Ramos; luego Danilo y Lucas Vázquez. La
imagen habla, sobre todo, de
complicidad. Y como una premonición, juntó a las tres cabezas de la
Undécima.
2. El derbi perdido
En 2016 Zidane perdió dos veces: la primera, frente al
Atleti en el derbi de febrero; y la segunda, en Alemania, ante el Wolfsburgo en
cuartos de final de la UCL. Del derbi hay muchas cosas que recordar como el gol
de Griezmann y la oportunidad de James Rodríguez. Ese partido fue la prueba de
fuego para el nuevo director técnico. En la rueda de prensa dijo "La Liga
está acabada"... pero perder un derbi es mucho más que perder la Liga.
Después de la final de Lisboa las cosas son así. Lo que pasa es que Zz no se
vuelvo loco si pierde un partido.
3. El Clásico remontado
Después de la expulsión de la Copa del Rey por la
alineación indebida de Rafa Benítez, el 0-4 en el Bernabéu fue el momento más vergonzoso
del entrenador madrileño. Zidane llegó para revertir las vergüenzas y
devolverle al equipo las ilusiones desvanecidas en 2015. La remontada en el
Camp Nou no solo recortó distancias en la tabla, también funcionó como un
estimulante poderoso para la UCL. La celebración del Madrid en el vestidor fue
tan exagerada que confirma que no hay diferencias entre ganar un Clásico y ser el
rey de España.
4. El vestidor de San Siro
Hacer del vestuario una fiesta es el logro más grande Zz.
En el documental "En el corazón de la Undécima" aparecen vídeos del
vestidor de San Siro. Para empezar el juego, Ramos dice “Tranquilidad, pero intensidad”.
Y Arbeloa, en el centro del vestidor y chocando la mano con todos: “Falla el
uno ayudamos, falla otro ayudamos. Estamos juntos”; mientras que Marcelo pide
paciencia, “Si no sale a la primera, sale a la segunda”. Para la segunda mitad,
el mensaje de Zidane es claro: “Es una final y hay que sufrir, y sufrir hasta
el final y hacer el segundo, el tercero y el cuarto”. Se escucha el rugido "1,2,3, Madrid".
5. El enojo por la pregunta sobre James
Después de quedarse sentado todo el partido en el Camp Nou,
James regresó a Valdebebas a las once de la noche a entrenar en la oscuridad.
Desde entonces, Zidane está cansado de las preguntas sobre el #10. En la rueda
de prensa antes del partido contra el Dortmund (en el que James fue titular) se
molestó y dijo: "Yo admiro a James. Se
entrena, está a disposición del grupo, pero ha hecho como muchos jugadores que
al volver de un partido hacen trabajo de recuperación. No sé qué pretendes con
la pregunta". Y tiene razón ¿qué pretenden los periodistas con esas
preguntas? Parece que necesitan una respuesta tajante como la de Mourihno sobre
Iker Casillas: "Yo elijo quién juega... me gusta más Diego Lopez que Iker
Casillas. Es simple... respetar al entrenador".
6. El partido 37
"Si el Madrid es un buen equipo, le hará por lo menos
cuatro goles al Kashima", "Cristiano está acabado... nunca aparece en
partidos importantes"… y si Zidane tiene suerte ¿ganará una tercera final?
Tener más títulos que derrotas en un año natural no es suerte. Es destino. CR7
no se equivoca cuando dice “Los números no engañan”. Zidane está en la Novena
nube y sus jugadores lo ven desde la Tierra: tuvo que llegar a Japón para
firmar la victoria 32 y levantar el quinto campeonato mundial. Ha igualado a
Mou con tres copas y aún le faltan algunos días para cumplir un año en el
banquillo. Le esperan el Sevilla, el Granada y el Nápoli para arrancar el 2017.
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