REAL MADRID* Fue hace mucho tiempo. Un niño, en un pueblo perdido de España, recibe un regalo muy codiciado. Su tío le habla de nombres legendarios. Son una camiseta y un pantalón blancos. Hay una exaltación en los ojos. Hay la ingravidez del blanco real. Velázquez, García Remón, Zoco, Amancio, Santillana, Pirri, comandantes de todas las victorias, arcángeles del milagro en los pies y del santísimo talento sobre la hierba. El tío del niño expresa si inquebrantable confianza: como si lo blanco contuviera la alegría, la celebración de las tardes con partido. Con la radio a cuestas, la única victoria posible del proletariado, el niño ve feliz a su tío, un anónimo trabajador de la construcción, porque el Madrid gana siempre, gana por nosotros, que tanto perdimos. Velázquez, García Remón, Zoco, Amancio, Santillana, Pirri, ¿dónde estáis ahora? Venid aquí, yo os convoco, de otra forma, hoy. España misma fuisteis vosotros
"No hay grandísimas novelas de fútbol porque el fútbol en sí mismo es una novela"