Cristiano renovó con el Real Madrid hasta 2021. Florentino Pérez dijo que CR7 es leyenda del madridismo y que merece sumar cuarto Balones de Oro. El acto de hoy termina con una serie de chismes y rumores de periodistas y haters que hablaron de guiños al PSG, al City, etc.
Después de todo lo que hemos visto en estos últimos siete años, queda poco que pedirle al Bicho, porque entre muchas otras cosas, hoy firma siendo el máximo goleador del equipo. Aunque atraviesa una "sequía de goles" que molesta a los hinchas acostumbrados a verlo marcar partido tras partido, Cristiano está en la cumbre. Después de ganar su tercera Champions y su primera Eurocopa (en una supuesta mala temporada), el crack de Madeira podría ganar 20 millones por temporada, mucho más si este diciembre lo galardonan como el Mejor del Mundo. Además, el Madrid es puntero (con las uñas pero lo es) en la Liga, su primer objetivo de la temporada. Antes de que se acabe el año, se vienen dos oportunidades claves para levantar vuelo o esconderse debajo de las piedras frente al Atlético y al Barça.
Ronaldo es el mejor del mundo porque siempre quiere más. Aunque ya ganó todo lo que es posible ganar con dos equipos diferentes, no está conforme. Lo dice su película Ronaldo (2015), Cristiano es un hombre que dedica su vida a ser el mejor en lo que más le gusta. Y esto no pasa por cifras, premios ni millones de euros. Apuesto a que cualquier deportista de élite envidia su autodisciplina. Y apuesto a que cualquier figura pública envidia su fortaleza mental. Aunque es más odiado que amado, el Bicho siempre está a tope para su equipo y para su selección.
Uno de sus poderes innatos, fuera de la cancha, es que sabe balancear su pedantería (que sabemos es igual de amplia que su palmarés) con gestos humanos, y no sólo donaciones a niños enfermos y a damnificados por desastres naturales. CR7 nunca niega un autógrafo porque él también fue un fan del fútbol.
Uno de sus poderes innatos, fuera de la cancha, es que sabe balancear su pedantería (que sabemos es igual de amplia que su palmarés) con gestos humanos, y no sólo donaciones a niños enfermos y a damnificados por desastres naturales. CR7 nunca niega un autógrafo porque él también fue un fan del fútbol.
Los que lo ven en Champions y Liga saben que cada partido es un récord; que después de una sequía maliciosa renace como el fénix y da un festín que silencia a sus detractores. Suerte del Madrid que presumirá a este hombre que respira goles por cinco años más.
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