Di María, el encanto de París

"Los azulgrana han perdido el tiempo, embelesados con sus tres delanteros, como si nada malo les pudiera pasar en la vida, y menos en Europa"... finalmente alguien lo dijo. Nadie es invencible. Ramón Besa, en su crónica para El País, sobre el PSG-BARCELONA, no desmerece a los de Emery por el desplome de un equipo que se creía invencible. Y precisamente, así es como de se debe mirar esta ida de octavos de final.

El Barça pudo jugar mal, pero sobre todo (y muy fuera del resultado), el brillo de la Ciudad de las Luces cayó en tres fichas locales. Hoy Di María cumplió 29 años y los celebró con doblete frente a un equipo que conoce muy bien. Con la camiseta madridista el Fideo recordará al Barça en la victoria (5), en el empate (4) y en la derrota (7). Se demoró menos de 20 minutos en señalar el camino y sedar al Barça. Un remate fuera del área sería el segundo. Le dedicó el primer gol a su esposa y el segundo al Madrid, con la esperanza de encontrarlo en esta UCL. 

La MSN, que llegó a París saboreando los seis goles que le marcó al Alavés (su rival en la final de Copa del Rey el próximo mayo), no encontró espacio en el césped. El tiro de Neymar en el minuto 92 por encima del arco confirmó el desatino y la inercia de los catalanes. Aunque los partidos de ida y vuelta son cómodos, Luis Enrique sabe que solo "una machada" en el Camp Nou podría sanarle la vergüenza. 

Además de atacar al asturiano (o reír de él) hay que sumarle otro mérito al PSG: un fichaje prolijo llamado Julian Draxler. A la ex perla del Shalke 04, le salió la perfección alemana en el remate, justo antes del descanso. Cavani, el otro cumpleañero, también dio festín para sellar un escándalo. Una fiesta con toques argentinos y uruguayos, pero no los típicos. Tanto es el barullo del 4-0 que el penal errado de Aubameyang y  derrota del Dortmund en Lisboa casi se borraron. 

Lecciones de humildad para seguir el camino a Cardiff.