El fútbol se toma ciudad de los dragones*
¿Qué tendría una ciudad de 140 kilómetros cuadrados y alrededor de 350 mil habitantes que durante décadas vivió de la producción de carbón, para inspirar historias del cine como Gremlins, Charlie y la fábrica de chocolate, y otras más recientes como Mi amigo el Gigante? Seguramente cuando Steven Spielberg leyó por primera vez a Roald Dahl se imaginó que el escritor vendría de un lugar mágico, donde viven princesas custodiadas por dragones en castillos medievales. Es que las descripciones de Cardiff no están lejos de los cuentos de fábula. De hecho, el dragón rojo de la bandera galesa evoca a un estandarte de batalla.
Conocida como la capital más joven de Europa, Cardiff fecundó a Dahl, una de las mentes más floridas de la literatura infantil a inicios del siglo XX. Y no solo eso: el país de Gales puede jactarse de haber entregado al mundo otros nombres literarios como Dylan Thomas y Gwyneth Lewis, o genios del cine y la actuación como Catherine Zeta-Jones, Christian Bale y Anthony Hopkins, o deportistas mediáticos como Gareth Bale y Ryan Giggs.
Como Escocia e
Irlanda del Norte, Gales es una nación constitutiva de Reino Unido. En 1999 se
creó la Asamblea Nacional de Gales como parte del proceso de descentralización
y autogobierno. Asimismo, es un nación celta, situada en una península al Oeste
de Gran Bretaña y tiene dos idiomas oficiales, el galés y el inglés.
De puerto
carbonero a una de las ciudades más místicas e incluso recónditas de Europa,
Cardiff se destaca porque mantiene las pinceladas de la literatura de Dahl. Un
lector empedernido, curioso por los dragones y por el mago Merlín, que se haya
dejado seducir por la cultura celta, bien podría verse atrapado por la Ruta
de los Castillos y por
el legado poético de Dylan Thomas en Swansea. El país entero puede ser un
recorrido por los clásicos infantiles en el que se cruzan construcciones
modernas e inteligentes.
Pero, más allá
de los castillos y las galerías victorianas de Cardiff, el Millennium
Stadium (Estadio Nacional de Gales) es una estructura referencial. Aunque
los galeses profesen la religión del rugby, este año la pequeña ciudad acogerá,
por primera vez, una de las finales futboleras más televisadas del planeta.
Hace menos de
un año, los galeses festejaron el centenario del natalicio del prolífico
escritor Roald Dahl, con un evento multitudinario llamado City of
Unexpected. Tenían
la intención de decirle al mundo que el delantero del Real Madrid, apodado como
el Expreso
de Cardiff o El
príncipe de Gales no son sus
únicos coterráneos. Cerca de 6 000 personas leyeron los relatos de Dahl en las
calles de Cardiff. El autor, hijo de un migrante noruego, creció en Cardiff
cuando era un puerto incluso más importante que Liverpool, porque exportaba
combustible, es decir, carbón, el único suministro que hacía mover a las naves
en esa época. Quizá la inspiración que sirvió de base para algunos cineastas le
vino del olor a carbón.
La UEFA eligió
al Millennium Stadium como sede para la final de la Champions League 2017. Se
trata de una propiedad del Welsh Rugby Union, construida en 1999 para la Copa
Mundial de Rubgy. Como los castillos, este complejo deportivo tiene rasgos que
lo destacan, como su ubicación junto al río Taff. Además, es el segundo estadio
techado más grande del mundo. Casi 75 000 personas asistirán al partido final
de la Liga de Campeones el próximo 3 de junio. Como algo innovador que anime el
espíritu medieval, la UEFA ha creado un programa
de Hospitalidad con salas VIP para
antes y después del encuentro; una de ellas ubicada en el Castillo de Cardiff,
a siete minutos del estadio.
Algo debe
haber en Cardiff o algo potente tiene la literatura de Roald Dahl como Charlie
y la fábrica de chocolate, Matilda y James
y el melocotón gigante, hits de
su literatura infantil. Pero no fue por estos populares títulos que Alfred Hitchcock llegó a Dahl. El galés escribía
cuentos para adultos en revistas como Playboy y The
New Yorker y fue en esas
publicaciones donde Hitchcock descubrió el siniestro cotidiano (ávido por ser explotado) que quería
llevar al cine. En 1957, con los derechos para televisión de los cuentos, el
cineasta lanzó una serie de 363
capítulos. Y un año después se
convirtió en la primera persona en adaptar un relato de Dahl: Cordero
para la cena, guionizado por el mismo autor.
Quentin
Tarantino se abrió camino a la
literatura dahliana por el mismo lado: Four Rooms, The man from Hollywood (1995) está basada en el cuento Man
from the South. Spielberg y Walt Disney sí explotaron el Dahl de la ciudad de
castillos y dragones. The Gremlins, publicado en 1943, fue escrito como
propaganda para un largometraje que Disney nunca llegó a producir. La historia
de las criaturas mitológicas se publicó en dos ediciones de Walt
Disney’s Comics and Stories, entre 1943 y 1944. En 1984 se estrenó Gremlins,
producida por Spielberg y dirigida por Joe Dante; aunque es una comedia
terrorífica, en la que las criaturas están muy alejadas de la idea que Dahl
escribió para Disney, fue la cuarta más taquillera de ese año.
Los galeses no
han nombrado a Bale como su embajador oficial, pero por su performance en la
Euro2016 le dedicaron canciones como A boy from Wales called Gareth Bale.
Antes de jugar contra Bélgica, publicó en Instagram una imagen con su mano
sobre el escudo de su camiseta roja y escribió: “El dragón de mi camiseta es
todo lo que necesito”. La UEFA, muy a lo Spielberg, incluyó al dragón rojo de Gales
en el afiche oficial, custodiando la que podría ser la tercera orejona del
Príncipe en su propia tierra, que también es la tierra de los Gremlins o la de
la poesía de Dylan Thomas.
*Publicado en labarraespaciadora.com, febrero, 2017.
Comentarios
Publicar un comentario