"Paseo de los melancólicos, Manzanares, ¡Cuánto te quiero!"
Memorias del Calderón, documental dirigido por Sergio Vargas y producido por Football Citizens, se estrenó el 16 de mayo en Youtube. Es la crónica de una despedida. Una despedida sin deudas y efusiva. Sentida y planificada. También es otro registro de los insuperables valores colchoneros; lo dice Joaquín Sabina en el Himno del Centenario "Para entender lo que pasa hay que haber llorado dentro del Calderón que es mi casa". Los indios tienen razón: "No podemos entender". Pero, ¿qué pasa con el Atleti que durante 51 años vivió a orillasde la calle más triste de Madrid y por qué en su himno se habla del llanto y del sufrimiento? ¿Es una condena?
En el documental Memorias del Calderón, no importa Lisboa, tampoco Milán. Pero sí importan los sentimientos del 4-0 al Real Madrid, el homenaje a Luis Aragonés, la Liga 2014. Importan las figuras como el Niño Torres, símbolo de nobleza, y Godín, el escudo uruguayo. Importan las declaraciones de amor incondicional como ese partido que se suspendió por una granizada y los colchoneros esperaron a su equipo, aguantando el hielo y entonando las canciones.
La narración de 30 minutos dice que desde adentro no hay condena. Se puede mirar al Atleti desde muy lejos del sufrimiento y del fracaso. Hoy el Atleti es, quizá, el único club del mundo que no se mide por títulos. Sergio Vargas nos dice que este equipo es algo típico, auténtico, emblemático de la capital; algo viejo, de abuelos, y que por esto es un club grandioso.
En el bar "El Doblete" se sirvieron las copas de la derrota y la victoria. Se adornan las paredes con bufandas que dicen "Te quiero Atleti" porque parece que los indios firmaron un contrato: "Te quiero por tus valores no por lo que ganas". Pensamientos propios de un afición que vive de ilusiones y por eso nunca desmaya. Decirle adiós al Vicente Calderó es despedirse de ese lugar especial de encuentro con la familia y los amigos, que se forma en el imaginario de cada seguidor, domingo a domingo, con goles y enfados sucintos.
Memorias del Calderón es un homenaje de despedida y una lección de hinchada. A veces, es bueno dejar de ser dogmático y mirar hacia otros lugares, porque el mundo no termina en Concha Espina.
https://www.youtube.com/watch?v=PE7tRPzmhus&feature=em-share_video_user
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